Cara de sábado! Cara de pizza! Pizza de Sábado! Sábado de pizza! Pizza de cara! Sábado de cara!

Hay días en los que la vida no nos sonríe, o tal vez sí, tal vez está ahí cagándose de risa de nosotros, a nuestras espaldas, espaldas desnudas de alas, porque somos eso... humanos, nada más.
Se ríe de lo imbéciles que nos vemos ante las adversidades que se nos presentan, obstáculos que no son más que migajas llevadas por pequeñas hormigas organizadas, sobreviviendo.
Porque vivir es salirse de la línea, es ir más allá. Es dejar de seguir una fila que no lleva a ningún lado. Es terminar ganando "La larga marcha" y darte cuenta que estuviste muerto desde el principio y que tu premio,eso que siempre quisiste tener, se reduce ahora a estar vivo. Aunque eso conlleva el peso de 99 muertos sobre vos, sin contar los intestinos de Olson.

Lo bueno de terminar de leer un libro es que me quedo traumadita por semanas intentando superarlo. Necesito tiempo para poder asimilar lo que ocurrió y poder seguir mi vida normal y agarrar otro libraco. Más o menos lo que pasa con las relaciones sentimentales de las personas normales, solo que lo mio se da con libros. Ellos son el amor de mi vida (ahhh re nerd)



El otro día tras distintas conversaciones con personas de ámbitos diferentes llegué a un problema muy interesante. Mi hipótesis a confirmar era: ¿Puedo utilizar como ejemplo a la pizza con ananá en más de 5 conversaciones?
A continuación les dejo la investigación que realicé y los ámbitos donde lleve a la praxis mis pensamientos:
  • Me contaron un chiste que decía "La falta de sexo causa depresión y otras cosas que no voy a decir ahora porque tengo ganas de llorar". Este chiste era triste y gracioso a la vez. Por lo cuál dije que era como una pizza con ananá.
  • Una charla entre amigos en la que yo estaba participando terminó con detalles de una situación familiar complicada. A la cuál con mucha seriedad dije: Es una cagada,che, como la pizza con ananá.
  •  Dos compañeras estaban comiéndole el cuero a una tercera ausente. Decían que era incogible, por lo cuál dije: Ahhh! Es como una pizza con ananá, nadie se la quiere comer!
  • Estaba retando a mi hija porque a cada rato me decía que no le gustaba ese pantalón que le había puesto, en un momento, me sacó porque mi mente no daba para más y muy enojada le respondí: AY! VIOLETA!!! A MI NO ME GUSTA LA PIZZA CON ANANÁ Y NO LO ANDO REPITIENDO TODO EL DÍA.
Si cuentan bien, solo pude aplicarlo en 4 situaciones, por lo cuál mi hipótesis no era acertada. Pero tal vez, con su ayuda pueda llegar a utilizarlo en otra charla amena en un ambiente ameno con gente amena. (?) Sería muy útil que ustedes colaboraran con esta noble causa y utilizaran a la pobre pizza con ananá en sus vidas. Nos unamos a esta campaña solidaria.



"Así es él, como las lluvias finas de verano. Esas que no alcanzan ni para cambiar el color de la tierra.
Ella es, es como el agua de la canilla. Pero de esos días de verano en los que hace muuuucho calor y abrís la canilla y sólo sale agua cálida, fea e insoportable, pero que si esperas un tiempo, no muy largo, sólo el necesario, comienza a salir fresca. Esa que parece capaz de llenarte de muchas cosas lindas." 
Así son ellos, muy diferentes, pero al fin y al cabo ambos son agua y se encuentran en el curso del mismo río. El ahora. 



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