Si bien no hay registros de la historia que les voy a relatar, deben tener en cuenta que en verdad pasó. Digamos que le pasó al amigo de un amigo, de esos amigos que no ves muy seguido, pero cuando te los encuentras te relatan mil y un aventuras que como dice Mate " Si miento, lo siento" total nunca se van a enterar si es verdad o no. o tal vez si, pero no estoy segura, pero le demos el beneficio de la duda. Duda la podonga.
El quid de la cuestión es que tengo una historia para contar y estoy dando muchas vueltas, como cuando era chica y me aburría y jugaba a correr alrededor de la mesa hasta marearme. Era tan divertido ser niña. Cuando me enojaba me escondía atrás de la puerta o debajo de la mesa, me hacía invisible para el mundo, pero de igual modo, me hacía notar. Ahora paso desapercibida y me encanta. Aunque a veces uno se acerca a las personas porque tiene algo para decir, algo que aportar, pero ¿Qué importa eso si el resto cree que sos invisible? Un puntito negro más en la cara grasosa del mundo. In your face mundo enfermo y triste!!!
La historia que os voy a relatar trata de un joven. Un joven que se llamaba Arroz. Arroz no era feliz en su pequeño pueblo. Él, ansiaba conocer el mundo. Nunca se conformó con el lugar en el que le tocó vivir. Así fue como un día, puso todas sus pertenencias en una mochila y emprendió su viaje. Visitó América Latina, Europa, y por último decidió ir a Japón. El no se imaginaba lo que allí le estaba esperando. Dicen las malas lenguas y las buenas también, que apenas pisó ese suelo, Nuestro querido amigo fue atacado por una horda de japoneses armados que entablaron una lucha a muerte por comer a Arroz. Otros dicen, que en el camino se hizo de un buen amigo, qué Arroz entabló una amistad hermosa con Pollo y que juntos eran los más codiciados, sea cual sea el lugar que visitaban. Los más pesimistas dicen que Arroz murió de fiebre amarilla en uno de sus viajes y que lo acompañaron con Arvejas.
El quid de la cuestión es que tengo una historia para contar y estoy dando muchas vueltas, como cuando era chica y me aburría y jugaba a correr alrededor de la mesa hasta marearme. Era tan divertido ser niña. Cuando me enojaba me escondía atrás de la puerta o debajo de la mesa, me hacía invisible para el mundo, pero de igual modo, me hacía notar. Ahora paso desapercibida y me encanta. Aunque a veces uno se acerca a las personas porque tiene algo para decir, algo que aportar, pero ¿Qué importa eso si el resto cree que sos invisible? Un puntito negro más en la cara grasosa del mundo. In your face mundo enfermo y triste!!!
La historia que os voy a relatar trata de un joven. Un joven que se llamaba Arroz. Arroz no era feliz en su pequeño pueblo. Él, ansiaba conocer el mundo. Nunca se conformó con el lugar en el que le tocó vivir. Así fue como un día, puso todas sus pertenencias en una mochila y emprendió su viaje. Visitó América Latina, Europa, y por último decidió ir a Japón. El no se imaginaba lo que allí le estaba esperando. Dicen las malas lenguas y las buenas también, que apenas pisó ese suelo, Nuestro querido amigo fue atacado por una horda de japoneses armados que entablaron una lucha a muerte por comer a Arroz. Otros dicen, que en el camino se hizo de un buen amigo, qué Arroz entabló una amistad hermosa con Pollo y que juntos eran los más codiciados, sea cual sea el lugar que visitaban. Los más pesimistas dicen que Arroz murió de fiebre amarilla en uno de sus viajes y que lo acompañaron con Arvejas.
Recitado
No me interesa saludarte
ni contarte nada sobre mi vida.
Ni tus guiños cómplices
ni tus palmadas sobre mi espalda
pueden hacerme sentir que la vida continua.
¿A qué grado vas?
¿Qué vas a hacer cuando crezcas?
Voy a ser tu asesino,
el asesino de tu herencia
Yo no te voy a matar,
pero lo que es peor
cuando estés agonizando
y estires el brazo para agarrarte de algo
Yo voy a estar tirado en mi cama..
masturbándome,
mirando como se cae el techo.
Ricky Espinosa
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