Teoría de la pizza en forma de corazón

Según la cantidad de daño que te han hecho es la cantidad de hipocresía que lleva el objeto alimenticio. Así fue, que una vez me negué a comer una pizza en forma de corazón, porque sólo me recordaba todo lo malo y las ganas de remediarlo me provocaban náuseas.
Corría el año milquientosquieroolvidar cuando comprendí que tal vez eran disculpas sinceras y yo actúe con toda la bronca del momento encima. Flores de papel en la cama, pizza en forma de corazón y actitudes demasiado tiernas que no habían tenido lugar hasta el momento después del quiebre me parecían insulsas.

Así fue como con el paso del tiempo me toco comprobar mi teoría desde afuera. Mis hipótesis fueron comprobadas, solo que en este caso la teoría conllevaba efectos secundarios a personas del entorno de los involucrados. Así fue como la teoría de la pizza en forma de corazón se transformó en la teoría del gancia y la tarjeta de San Valentín,

Mentiras, engaños y una familia soportando todos los días los silencios, las miradas y las malas vibras del ambiente. Una familia que ya no pertenecía ahí. Una mini familia que quería hacerse a un costado, porque ese ya no era su lugar.

A veces la acción más valiente es huir, porque así dejás de dañar a los otros, a veces los tiempos de cada uno son diferentes y las situaciones se tornan confusas para los corazones que no pueden dejar a lo que se acostumbraron.

Entre antidepresivos y pastillas para dormir...el daño no se lo hacen ellos mismos sino a los que están alrededor. El egoísmo se transforma en una buena opción. No hacerse cargo de los problemas de los demás, no absorber las situaciones que "confunden la cabeza y perturban a los corazones secos".

Conclusión: Demostrar cuando queremos a alguien, porque después de cagarlos es difícil que te crean y menos si exageras como haciendo una pizza de corazón, eso te hace sentir terriblemente gorreado.

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