REALIDAD

La luz entraba tenue por las rendijas rotas de la persiana. El día estaba frío pero el sol comenzaba a asomar, daban ganas de seguir en cama. Pero las actividades diarias muchas veces no nos dejan ser y unos cinco minutos más bajo las colchas no está permitido para algunos. 
Dormir con medias en invierno es una buena opción, aunque al levantarte te das cuenta que el piso está tan pero tan frío que atraviesa el algodón, que atraviesa la piel y llega hasta tu corazón para recordarte que es muy probable que no sea un buen día. 
No es ser pesimista, es analizar los hechos acontecidos durante la semana y saber que nada puede mejorar, sólo seguir caminando hasta la cornisa y quedarte ahí al límite, mirando un lindo paisaje pero sabiendo que avanzar significa perderlo todo.

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